Gris de historia mucho más que bicentenaria,
culturas, países, imperios y runas,
fusionados en nuestra gente,
que transmuta la génesis de memorias
de lo propio y lo ajeno,
lo europeo y lo americano.
Chacana de siglos y siglos de verdades contrastadas,
en espacios de siembras y cosechas,
en ciclos solares de solsticios y equinoccios,
en energía y materia de civilizaciones integradas,
en ciclos vitales de realidades y utopías,
en rituales de pueblos de Cruz del Sur y Cruz Andina.
Es la sabiduría ancestral de la pacha mama
creadora de nuevas ideas de civilización planetaria,
entre el cielo, la tierra, el sol, el hombre,
hacia espacios paralelos de unión
entre uno, y todo,
de escaleras nómades a lo superior elevadas.
Orfebrería vital de esencias y formas propias,
que logra la síntesis que integra los opuestos por el arte,
como arcilla que se amasa, y acepta,
como piedra que detiene el agua del riego, en los surcos,
como el sonido de la quena, en el éter de la mañana.
Que en miles de voces y partituras, se hace música en un cinturón de danzas.
Y ser movimiento, expresión, esperanza,
de serenas visiones y profundas miradas,
como constelaciones autóctonas y extranjeras,
como la sangre que cambia y se enriquece,
en espejos de imágenes plurales en otras entidades,
de calendarios iconográficos en fechados angulares.
Cosmología y cosmogonía astronómica de manos
laboriosas, grises y diversas,
que tocan el agua del mar y las estrellas,
que comparten la identidad, y lo comunitario,
en el auténtico y profundo arte del reflexionar y del vivir,
secreto en su morral mágico de saberes y de quipus.
Somos el Universo Gris en nuestra América,
ciudadanos de la paz, herederos del tiempo sin tiempo,
constructores y arquitectos de caminos abiertos al mundo.
Gris como tu gris, lo múltiple y lo único, sombra y luz, ceniza y fuego.
Gris como mi gris, y el gris en el gris de los ojos de mi abuelo,
en un pigmento gris de mi iris gris.
TIERRAS- Ecología – El Planeta – La Naturaleza por MARÍA LEONE
Somos artistas
En este vuelo, tan inesperado como amante,
buscamos refugio en nuestra aldea: Tierra.
Pero ella no puede protegernos de aquellos
malos sueños; ella nos inspira y brinda cobijo.
La mano de Dios está en nosotros y los
ayes de dolor los conquistamos a fuerza
de beber la negra leche de las guerras.
Naturaleza amiga, mantén abiertas las
puertas del amor; que nuestra voz sea
plegaria y semilla, ensueño de la creatividad
que nos conduce al nuevo orbe que ya raudo
se aproxima.
Conjugar los elementos, los colores, los
opuestos. Estar atentos a la voz de Dios
que nos convoca a construir murallas de
luz; a bosquejar la obra sin pausa, a experimentar
el río ardiente que baja del espíritu a los
sentidos y sorprendernos en el día a día.
Ideograma de lo bello…
Palingenesia eterna…
Dancemos sobre el suelo fértil…
Nacer y morir es un arte, demos gracias
a Dios, convirtamos en gozo el exilio, rescatemos
la luz de entre las sombras. Somos artistas.
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